La biomecánica en el ser humano es un complejo juego de palancas y tirantes, formado por articulaciones, huesos, músculos, tendones y ligamentos.
Los tratamientos convencionales buscan tratar la patología sin tener en cuenta las leyes fundamentales de la biomecánica.
Pocos terapeutas tienen el conocimiento del funcionamiento de las cadenas que determinan el patrón postural de cada persona.
Si nos fijamos por la calle en los patrones posturales de muchas personas, podemos comprobar que existen muchos tipos. Desde la persona que lleva los hombros más hacia delante, a otras con las rodillas más arqueadas. Hay muchos que su patrón postural hace que su pelvis parezca que está más adelantada de lo normal, u otros cuya biomecánica hace que la pelvis quede más retrasada.
Posiblemente no existe ningún ser vivo en el planeta que tenga tanta variedad en sus patrones posturales. La bipedestación, el caminar erguidos, ha ido creando estos patrones, a los cuales aún nos estamos adaptando.
Uno de los problemas más comunes que me he encontrado en los 18 años que llevo atendiendo problemas de índole articular o muscular, es el pequeño porcentaje de mejorías absolutas que se obtienen.
La gran mayoría de los pacientes, vuelven con el tiempo a padecer las mismas patologías. Incluso realizando algunos ejercicios que he recomendado durante mucho tiempo, muchos necesitan tratamiento tarde o temprano.
Esto es siempre un problema para el paciente, que en la mayoría de las ocasiones tiene que buscar tiempo para ir a la terapia, desplazarse a su terapeuta de confianza, y una inversión económica que en muchas ocasiones impide a la persona tener la continuidad que necesita su patología.
He desarrollado un método de trabajo en el que el paciente no tiene que acudir a consulta para tratar su patología. Dependiendo de la patología, en unos 15 días puedes haber empezado a obtener resultados, evitando tener que ir a consultas continuamente, con el consiguiente ahorro de tiempo y de dinero.
Un método que no requiere que la persona emplee más de 15 minutos los días que tenga que realizar la rutina. Tampoco necesita tener un equipamiento especial en casa para realizarlos, simplemente una alfombra, esterilla y tal vez una toalla o almohada.
Hay determinadas dolencias que obtienen una mejoría notable tras un estudio minucioso del patrón postural de la persona, y con la realización de determinados ejercicios, además de identificar y corregir los errores posturales que producen esas patologías.
¿Cuál de estos diferentes tipos posturales es el más correcto, y el que menos lesiones o patologías desarrolla?
La respuesta es, ninguno. Todos y cada uno de estos patrones, con un debido equilibrio no deben sufrir ninguna lesión ni patología relacionada con su espalda o biomecánica.
El Sistema Nervioso Central comprende el cerebelo y la médula espinal, ese tronco nervioso principal que se aloja en el canal raquídeo, en nuestra columna vertebral.
Cualquier problema articular o muscular puede afectar al Sistema Nervioso Central, pudiendo producir numerosas patologías que no necesariamente tienen una relación directa con un dolor articular o muscular.
Por ejemplo, un problema cervical puede producir problemas de visión, una compensación muscular que afecte a la zona dorsal, puede producir problemas digestivos, o incluso pérdida de capacidad pulmonar. Así podríamos enumerar centenares.
El Sistema Nervioso Central es el entramado eléctrico principal en nuestro organismo. Todo en nuestro cuerpo funciona gracias a impulsos nerviosos.
Tu dolor de espalda no depende de que tengas una escoliosis, o que tiendas a echar tus hombros hacia delante. Las patologías articulares y musculares aparecen cuando hay un desequilibrio en las cadenas musculares que marcan tu patrón postural.
Nuestra fisionomía está marcada por cadenas musculares, también llamadas cadenas miofasciales, y luego nosotros, con erróneas posturas, traumatismos, o factores emocionales, entre otros, rompemos ese equilibrio
Estas cadenas musculares no son músculos aislados, son complejas relaciones entre determinados músculos, y que no siempre guardan un orden que nuestra mente podría decir que es lógico. Muchas de estas cadenas agrupan músculos que son conectados mediante un tejido que los envuelve en conjunto.
Este tejido envolvente es la fascia, que aparentemente solo es una protección, es en realidad un complejo entramado que comunica todas las estructuras.
Conseguir el equilibrio y la correcta movilidad de esta envoltura, es la clave para el equilibrio biomecánico.
No vamos a poder corregir una escoliosis ya estructurada, ni unas rodillas en valgo (típico arqueamiento de rodillas). No se trata de modificar lo que ya forma parte de nuestra fisionomía, algo que muchos terapeutas tratan de hacer, o prometen con sus terapias.
En consulta me encuentro con muchos casos con plantillas y alzas que trataron de modificar ese modelo postural, pero en la mayoría de las ocasiones es un fracaso, llevando a la persona a una inversión tirada a la basura, y en otros muchos casos a desarrollar otro tipo de lesiones por compensación.
Seguramente hayas escuchado alguna vez aquello de, no sobrevive el más fuerte, si no el que mejor se adapta. La biomecánica es igual, quien no se adapta a su patrón postural, acaba teniendo problemas.
¿Cómo podemos readaptarnos y equilibrar nuestras cadenas musculares para no tener dolor de espalda?
El diagnóstico correcto es la clave para poder realizar los ejercicios necesarios y así volver al equilibrio miofascial. Cuando hay una claridad de los grupos musculares que están dominando sobre la biomecánica, podemos. realizar los ejercicios adecuados para llegar al correcto balance.
¿Pero cómo va a ser duradera la mejoría si luego no soy capaz de mantener una posición correcta durante mis actividades diarias?
Muchos pacientes indican cuando van a consulta que saben cómo deben sentarse, pero que les resulta más incómoda la posición correcta que la incorrecta. El equilibrio en las cadenas miofasciales hace que sea más fácil mantener una postura adecuada.
¿A quién está dirigido este tipo de tratamiento?
Realmente existen formas de reequilibrar el modelo postural en cualquier caso, siempre que el paciente tenga una cierta funcionalidad en su movilidad como para realizar los ejercicios que se van a recomendar.
Una cadena miofascial tiene decenas de formas de ser abordada, es solo buscar la que más se adecue a tu caso.
Personas con dolor articular y/o muscular que tienen trabajos sedentarios
Actividades que requieren pasar muchas horas sentado, es factor común muy habitual en las dolencias de origen mecánico.
Si hay una cadena miofascial que domina con claridad en nuestra biomecánica, el pasar horas sentados puede acentuar aún más este patrón postural. A esto unimos la pérdida de tono muscular consecuencia de la inactividad.
Deportistas que quieran mejorar su rendimiento o diminuir el riesgo de lesiones
El equilibrio de las cadenas miofasciales, hace que el rendimiento muscular sea óptimo. Una biomecánica equilibrada es una garantía de no sufrir sobrecargas por un mal balance muscular.
Lesiones discales
En la mayoría de las lesiones de tipo discal, hernias, protrusiones, tanto cervicales como lumbares, el dolor no es causado directamente por la propia patología discal.
Cuando compensamos el equilibrio miofascial y mecánico, la dolencia disminuye considerablemente hasta poder realizar una actividad diaria normal, incluso deportiva.
Artrosis
Las lesiones degenerativas también pueden tener un origen en las descompensaciones de las cadenas musculares. El desequilibrio en las tensiones que llegan a la articulación, es causa en muchos tipos de desgaste a nivel articular.
Aunque la regeneración que se puede obtener en una articulación en proceso degenerativo es leve, conseguir un buen equilibrio miofascial puede frenar el desgaste y mejorar notablemente la calidad de vida del paciente
¿Cómo funciona la consulta online?
Te mandaré un test para que rellenes, en el que vas a poder describir cuál es tu problema, además de darme datos sobre tus hábitos diarios, que serán de relevancia para luego adaptar el tratamiento.
Además tendrás que remitir unas fotografías y algún vídeo en diferentes posiciones, para que pueda valorar cuál es tu patrón postural y poder seleccionar los ejercicios correctos.
Te enviaré posteriormente material en vídeo con todo lo que debes realizar. Tendremos comunicación a través de email o whatsapp para dudas que tengas.
Deberemos hacer revisiones posteriores, para tal vez cambiar ejercicios y sobre todo para ver que estamos obteniendo los resultados esperados.
También habrá comunicación a través de videoconferencia para resolver algunas dudas que puedas tener tú o yo con respecto al tratamiento.
Si deseas saber más sobre cómo tratar tu problema de espalda o de dolor articular y/o muscular, puedes escribirme y te enviaré sin ningún compromiso la información. Rellena el formulario a continuación, o escríbeme un Whatsapp al +34 686950730