Si quieres saber porqué se produce una hernia de disco, has llegado al sitio adecuado. En este post , si no lo has leído, hay unas nociones básicas de la anatomía del disco intervertebral, que pueden servirte de gran ayuda para comprender lo que voy a explicar ahora.
Las lesiones que puede sufrir el disco intervertebral son múltiples. Sus causas también lo son, y conocerlas puede ayudarnos a comprender qué hicimos o hacemos mal.
- Deshidratación. La pérdida de agua en el disco intervertebral reduce su grosor y su capacidad de absorción de presiones. Esto se produce sobre todo en el núcleo pulposo. Una lesión crónica en la columna o los cambios degenerativos naturales por envejecimiento son factores que determinan esta deshidratación. Sobrepeso, una mala alimentación o un trabajo en el que se manejan pesos son otras causas.
En una radiografía ya puede apreciarse si el espacio entre las vértebras es menor, lo que nos daría una idea de si ya hay cambios degenerativos.
- Discopatía degenerativa. Aquí hay una evidente deshidratación del disco y además una pérdida de flexibilidad. El disco se vuelve muy frágil, y en ocasiones el núcleo se seca. Podríamos definir la discopatía como un estado más avanzado de la deshidratación.
Cuando el proceso degenerativo es avanzado pueden producirse cambios morfológicos a nivel óseo en las vértebras que une el disco; calcificaciones, deformidades en las superficies articulares, etc.
También una radiografía es suficiente para poder ver una discopatía degenerativa. - Protrusión discal. Es difícil muchas veces determinar la diferencia entre una protrusión y una hernia discal. Muchas veces veo pacientes en la consulta que traen resonancias magnéticas con sus correspondientes valoraciones, y estas son muchas veces contradictorias.
Una protrusión discal es cuando el anillo fibroso ha quedado debilitado y el núcleo pulposo se ha desplazado, produciendo un abombamiento que se aprecia muy claramente en una resonancia magnética. - Hernia discal. El anillo fibroso que envuelve al núcleo se rompe y este sale de su sitio. Puede que el núcleo invada una parte del canal medular o no, esto determina el grado de la hernia discal y su incidencia sobre nuestro sistema nervioso. Si el núcleo presiona sobre una de las raíces nerviosas, se produce lo que denominamos ciática. Aunque no todas las ciáticas están producidas por hernias discales. En la imagen de la derecha vemos un ejemplo de hernia discal mediante una resonancia magnética.
- Aplastamiento. Se produce por un traumatismo, generalmente de impacto directo sobre la pelvis. También un paciente con un grado avanzado de descalcificación, denominado también osteopenia u osteoporosis, puede padecer un aplastamiento vertebral. La estructura más afectada es el cuerpo vertebral, pero el disco intervertebral inevitablemente se ve afectado a corto o medio plazo, produciéndose un proceso degenerativo. Si además el aplastamiento es debido a un traumatismo, ya desde el momento del impacto el disco puede verse dañado al absorber dicho impacto.
En algún otro post ampliaré la descripción de las lesiones discales, causas y síntomas.
¿Recordáis lo que os comentaba en este post sobre cómo se mueve el disco intervertebral en cada uno de los movimientos que realiza nuestra columna?
Ha llegado el momento de que juntemos las piezas y veamos el mecanismo de lesión de una hernia discal lumbar, siempre que se produzca por un esfuerzo y no por desgaste. Aunque un desgaste y debilitamiento del anillo fibroso que protege el núcleo es motivo para que se produzca la hernia discal más fácilmente.
Supongamos que vamos a coger un peso del suelo. Realizamos una flexión del tronco sin flexionar las rodillas. Cuando realizamos la flexión del tronco estamos corrigiendo la curvatura lumbar, en osteopatía le llamamos extensión lumbar. El disco intervertebral se desplaza hacia atrás y ocupa el espacio mayor que hay en ese momento, que es el posterior. En ese momento cogemos el peso y comenzamos a subir. Si no damos tiempo suficiente, cuando subimos, a que el disco intervertebral se desplace hacia delante, se puede producir una presión excesiva que fuerce la rotura del anillo fibroso y la consiguiente salida del núcleo pulposo.
Naturalmente esto siempre es más difícil que ocurra en una columna sana. A muchos les ha sucedido en alguna ocasión, o a alguien cercano, eso de que me agaché a coger algo y al subir me dió un fuerte latigazo que no dejaba que me moviera. Esto no siempre es sinónimo de una hernia discal, pero sí puede producirse. Afortunadamente nuestra columna tiene herramientas para que esto no se produzca. Ligamentos y musculatura se contraen fuertemente cuando hay una situación en la que el disco pueda quedar protruido o herniado. De ahí esa sensación de latigazo y no poder movernos.
En siguientes entradas también hablaremos de cómo evitar estos movimientos que nos pueden lesionar; y en el caso de realizarlos, cómo hacerlo de manera menos lesiva.
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1 comentario en «Así se produce una hernia discal»